15 Sep 2025
¿En qué consiste ser un autónomo societario?
Cuando una persona es socia de una empresa y, además, realiza parte de su desempeño profesional allí, es posible que tenga que darse de alta como autónomo societario. Esta figura, relativamente habitual en muchas pymes, mantiene algunas diferencias con el resto de los autónomos, por lo que es necesario conocer sus peculiaridades antes de decidir si es oportuno darse de alta o no a efectos legales.
Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
Antes incluso de elegir entre las diferentes maneras en las que es posible constituir una sociedad con personalidad jurídica, es conveniente analizar el rol que el fundador o los fundadores desean tener dentro de la entidad. Dentro de las distintas posibilidades actualmente vigentes, es posible escoger una, que es la de autónomo societario, que tiene algunas ventajas y riesgos que es importante conocer.
¿Qué es un autónomo societario?
Un autónomo societario es una persona que desempeña un papel híbrido entre un socio y las funciones propias del empleado. Es decir, es un trabajador autónomo que ha constituido una sociedad mercantil para desarrollar sus funciones profesionales. Un autónomo societario, asume, al mismo tiempo, un control total o parcial de la sociedad que se ha constituido, en función de si hay más socios o no, y un rol como trabajador para la empresa.
¿Cuáles son las responsabilidades de un autónomo societario?
Por regla general, cualquier profesional autónomo tiene una responsabilidad total sobre su desempeño laboral a todos los niveles, incluyendo los ámbitos jurídico y fiscal. Esto significa que incluye su propio patrimonio para responder a sus deudas. Sin embargo, en el caso del autónomo societario, responde de manera proporcional al capital social que hayan aportado a la sociedad. Por lo tanto, a priori esto puede significar una ventaja para el autónomo societario con respecto a otras tipologías de autónomo, algo a tener en cuenta a la hora de decidir darse de alta bajo esta figura.
¿En qué casos es obligatorio darse de alta como autónomo societario?
Como norma básica para saber si es obligatorio darse de alta como autónomo societario basta con saber que hay que hacerlo si este profesional tiene el control efectivo de la sociedad y, también, si realiza funciones dentro de dicha compañía. Con carácter general, se considera que una persona posee el control mínimo de una sociedad si tiene en su poder, al menos, un 50% de las acciones o participaciones, o si posee:
- Por lo menos, un 50% del capital, sumando a sus participaciones las del cónyuge y sus familiares por consanguinidad, afinidad o adopción hasta un segundo grado, siempre que conviva con ellos.
- Como mínimo, el 33% del capital social de la empresa.
- Al menos, cuenta con el 25% del capital y ejerce funciones de dirección y gerencia.
Facturación de un autónomo societario
A la hora de conocer cómo debe facturar un autónomo societario, hay que diferenciar si presta sus servicios de forma independiente o no. En el caso de que la actividad profesional se preste de forma completamente independiente, el autónomo societario tendrá que facturar con el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
A efectos legales, en España se considera que se prestan servicios de manera independiente en los siguientes casos:
- Cuando la actividad del trabajador no está relacionada con los criterios organizativos de la empresa.
- Si el trabajador recibe una remuneración significativa por sus servicios en función de los resultados de negocio. Esto ocurre cuando no tiene un salario fijo y su sueldo depende de los beneficios de la sociedad.
- Si el autónomo societario tiene responsabilidad frente a terceros.
Es decir, que generalmente una persona socia de una empresa que trabaja como profesional para la entidad y está obligada a darse de alta como autónomo tiene que facturar. En el resto de supuestos, lo más frecuente es que el trabajador simplemente reciba una nómina de la sociedad.
¿Qué cuota debe abonar a la Seguridad Social un autónomo societario?
Desde el año 2022, los autónomos societarios que coticen por la base mínima, es decir, por 1.234,86 euros, tienen que hacer frente a una cuota de 377,87 euros al mes a la Seguridad Social. En cuanto a la base máxima es de 4.139,40 euros, lo que significa pagar una cuota máxima de 1.266,66 al mes.
En definitiva, ser autónomo societario implica constituir una sociedad limitada y darse de alta como autónomo en el régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) en calidad de administrador o socio con participación significativa. Esta figura tiene ventajas y desventajas en comparación con ser únicamente autónomo persona física, especialmente en términos de responsabilidad, fiscalidad y acceso a financiación.
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