¿Qué es y para qué sirve un préstamo sindicado?

Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
 

Un préstamo sindicado es un mecanismo de financiación, normalmente destinado a las empresas, en el que un grupo de prestamistas, por regla general bancos, se unen para conceder un préstamo. De este modo, el capital prestado se divide entre varios sujetos reduciendo el riesgo individual para cada uno de ellos en relación a si solo existiera un prestamista. A continuación, explicamos qué es y qué ventajas ofrece un préstamo sindicado.

Qué ventajas ofrece un préstamo sindicado

Aunque en un préstamo sindicado entre varios prestamistas, siempre se designa a un banco agente, que actúa como coordinador para gestionar el proceso, administrando los pagos y ejerciendo como interlocutor clave entre todas las partes implicadas.

Entre las principales ventajas que aporta un préstamo sindicado, cabe destacar: 

• Capital. Permite poder financiar proyectos de gran envergadura que, por regla general, superan la capacidad de financiación que puede ofrecer una única entidad bancaria.
• Flexibilidad. Tanto el plazo como el plazo de amortización suelen ser más flexibles y adaptados a las necesidades del prestatario que en el caso de otros tipos de préstamos.
• Rapidez. Es habitual que la gestión de un préstamo sindicado se simplifique gracias al rol que desempeña el banco agente, ya que puede agilizar el proceso de solicitud.
• Riesgo. Al compartir el riesgo entre varias entidades financieras, cada una de ellas asume una parte menor del mismo, lo que puede aumentar las posibilidades de obtener la financiación. 
• Aprobación. La solicitud de un préstamo sindicado puede ser más atractiva para las entidades financieras debido a que se percibe como más estable y segura gracias a la participación de múltiples bancos. 
• Seguridad. La estructura de los préstamos sindicados puede proporcionar una mayor seguridad en la financiación a largo plazo, lo que puede facilitar la planificación financiera de la empresa. 
• Relación bancaria. Un préstamo sindicado permite al prestatario establecer relaciones con un mayor número de entidades financieras, lo que puede ser ventajoso para futuros proyectos.

¿Qué tipos de préstamos sindicados existen?

Es frecuente que existan diferentes tipos de préstamos sindicados. Los más habituales son:

• Préstamo sindicado tradicional. Es el más habitual y en él intervienen varias entidades financieras.
• Préstamo bilateral. Solo participa un banco como acreedor, siendo común en operaciones de menor envergadura o con prestatarios de alto perfil crediticio.
• Préstamos Club Deal. No solo intervienen bancos sino también inversores institucionales como fondos de pensiones, compañías de seguros o family offices.

De acuerdo a su estructura y a sus características, los préstamos sindicados también pueden ser:

• Préstamos puente. Cubren necesidades de liquidez de manera temporal hasta que se obtenga financiación a largo plazo. En el contrato suele indicarse su modo de pago, que generalmente suele ser mediante la emisión de bonos, un préstamo sindicado tradicional o la venta de activos.
• Préstamos estructurados. Sirven para reducir el tipo de interés o el coste abonado por el prestatario, con un carácter a largo plazo. Incorporan características más complejas, como opciones de pago variables, normalmente vinculados a activos específicos o con garantías especiales.

Principales riesgos de los préstamos sindicados

En relación a los principales riesgos de los préstamos sindicados, cabe destacar:

• Incumplimiento del prestatario. Es decir, que el prestatario no pueda hacer frente a sus obligaciones de pago.
• Complejidad en la negociación y gestión. Al existir varios prestamistas es posible que se complique la negociación de las condiciones del préstamo y la gestión posterior, lo que puede generar retrasos o conflictos. 
• Cambio de las condiciones del mercado. La variación en los tipos de interés puede afectar a la viabilidad del préstamo, especialmente si se trata de un préstamo con intereses variables. 
• Cambio en el perfil del prestatario. Por ejemplo, si la situación financiera o legal del prestatario se deteriora, los prestamistas pueden considerar que el riesgo del préstamo ha aumentado, lo que puede afectar a la viabilidad de la operación.