11 may 2025

Alto el fuego

La pasada semana India y Pakistán vivieron su enfrentamiento militar más intenso en casi tres décadas, con ataques de drones y misiles, fuego de artillería y atentados contra instalaciones militares en Jammu y Cachemira.

La escalada se produjo, tal y como ya informamos, tras el atentado del pasado 22 de abril en Cachemira en el que murieron 26 turistas, cuya autoría Nueva Delhi vinculó a Pakistán. Se inició entonces una serie de ataques y represalias sobre objetivos limitados que han dejado cerca de 30 civiles muertos en Pakistán y un número bajo, pero sin determinar, de entre 5 y 30 bajas, entre el personal militar en ambos bandos. La India sostiene además que habría acabado con la vida de más de un centenar de terroristas vinculados al atentado. Afortunadamente, el pasado 10 de mayo ambos gobiernos anunciaron un alto el fuego y el inicio de un proceso de negociación más amplio que incluirá no solo el terrorismo transfronterizo sino la situación de Cachemira y la reanudación del Tratado de la Aguas del Indo, suspendido por la India tras los atentados. El alto el fuego habría contado con la mediación diplomática de EE.UU., si bien tanto Nueva Delhi como Islamabad restaron posteriormente importancia al papel jugado por la Administración Trump. A pesar del acuerdo, la situación sigue siendo de alto riesgo. Pocas horas después de la entrada en vigor de la tregua, ambas partes se acusaron mutuamente de violaciones, con intercambios de artillería y explosiones en las zonas fronterizas. Cada gobierno culpó al otro de estas infracciones, pero reiteraron su compromiso con el alto el fuego.

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