06 abr 2025
Caída de la pobreza
Según los datos oficiales del INDEC, Argentina registró una significativa reducción de la pobreza en la segunda mitad de 2024, al pasar del 53% al 38%.
Esta mejora se explica por una combinación de factores: una incipiente reactivación económica, cierta recuperación de ingresos y, especialmente, una fuerte desaceleración de la inflación, que cayó del 25,5% mensual en diciembre de 2023 al 2,4% en marzo de 2025. El plan de estabilización impulsado por el presidente Javier Milei —basado en un ajuste de “shock” con tres pilares: drástico recorte fiscal, contracción monetaria y control cambiario— continúa generando mejoras en los principales indicadores económicos. Sin embargo, este último dato de pobreza, que Milei ha celebrado como un gran logro de su gestión, no ha logrado acallar las críticas de algunos sectores que advierten que la medición del INDEC subestima el peso de gastos estructurales como vivienda y transporte, lo que podría distorsionar la percepción de mejora. Aunque millones han salido técnicamente de la pobreza, muchas personas siguen sin acceder a condiciones básicas de vida digna, según advierten distintos especialistas. Las mejoras en los indicadores sociales y en la percepción ciudadana serán claves de cara a las elecciones legislativas de octubre, en las que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Un resultado favorable podría permitir a La Libertad Avanza aumentar su representación parlamentaria —actualmente en clara minoría— y facilitar el avance de su programa de reformas, hoy condicionado por la necesidad de negociar cada voto.
Desconfianza en los mercados
No obstante, mientras el Gobierno celebra estas cifras, otros focos de tensión se mantienen abiertos. El retraso en el cierre del acuerdo con el FMI —clave para reforzar las reservas del Banco Central y avanzar en la salida del cepo cambiario— ha reactivado la desconfianza en los mercados. Desde comienzos de año, el riesgo país subió de 550 a más de 900 puntos básicos. En paralelo, las reservas internacionales se redujeron en más de 7.000 millones de dólares, en buena parte por la intervención del Banco Central para sostener el tipo de cambio oficial ante una creciente demanda de dólares. Las presiones sobre el peso y la falta de definiciones sobre el nuevo esquema cambiario —en medio de rumores sobre posibles devaluaciones o regímenes de flotación— generan un clima de incertidumbre que pone en duda la sostenibilidad del plan Milei. En este contexto, alcanzar cuanto antes un acuerdo con el FMI es vital para estabilizar las variables financieras, calmar a los mercados y reforzar la credibilidad del plan de estabilización.