Apagón eléctrico

Esta interrupción, considerada una de las más graves en la historia reciente del país, paralizó el transporte, afectó las telecomunicaciones y detuvo actividades comerciales, financieras y mineras, además de poner en riesgo servicios esenciales como hospitales. El fallo se originó en una línea de transmisión de alta tensión gestionada por una empresa privada, cuya desconexión desencadenó un efecto dominó que terminó desconectando centrales generadoras y colapsando el sistema eléctrico nacional. Ante la magnitud de la emergencia, el gobierno decretó estado de excepción y un toque de queda nocturno, desplegando fuerzas de seguridad para mantener el orden. El presidente Gabriel Boric responsabilizó a la empresa involucrada, calificando lo ocurrido como inaceptable, y ha ordenado una investigación para determinar responsabilidades y posibles sanciones. El incidente deja en evidencia las vulnerabilidades estructurales del sistema eléctrico chileno y la necesidad urgente de fortalecer la infraestructura.