09 mar 2025
Giro fiscal en Alemania
Los conservadores de la CDU/CSU y los socialdemócratas, ambos en conversaciones para formar el nuevo gobierno de coalición en Alemania, acordaron el pasado 4 de marzo intentar flexibilizar las normas fiscales para aumentar el gasto en defensa y crear un fondo especial de 500.000 millones de euros para impulsar las infraestructuras del país.
Su intención es presentar el plan de estímulo fiscal a la Cámara Baja del Bundestag antes de que se reúna el nuevo Parlamento para evitar que los partidos de ultraderecha y ultraizquierda, consigan una minoría suficiente en el Parlamento para bloquearlo. Según los detalles preliminares del acuerdo, los gastos de defensa que superen el 1% del producto interior bruto no computarán para el cálculo del freno al endeudamiento público, actualmente limitado al 0,35% del PIB. De esta forma, con un PIB de unos 4,3 billones de euros en 2024, el 1% equivaldría a unos 43.000 millones de euros y todo el gasto en defensa que supere esa cifra quedará exento del cálculo del freno de la deuda. Esta norma permitirá a Alemania aumentar su presupuesto para defensa (actualmente ronda los 52.000 millones de euros), hasta alcanzar el objetivo de la OTAN del 2% del PIB. Berlín solo cumplió ese objetivo en 2024, pero solo gracias a un fondo especial creado tras la invasión rusa de Ucrania que se agotará en breve. El impulso alemán ha sido muy bien recibido por el resto de los miembros del bloque europeo. De hecho, se observa un creciente consenso entre los Estados miembros para explorar cambios en el llamado Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que limita la deuda pública al 60% del PIB y el déficit al 3% del PIB. Durante décadas, la política europea se ha visto condicionada por la insistencia de Alemania en controlar el endeudamiento público, tanto en su propio país como en otros Estados miembros. Pero el regreso de Trump a la Casa Blanca, y el repliegue de Estados Unidos en Europa, ha provocado un cambio drástico en Berlín.