31 ago 2025
Firma del acuerdo de paz
El presidente armenio, Nikol Pashinián, y su homólogo azerí, Ilham Aliyev, firmaron el pasado 8 de agosto un acuerdo histórico que pone fin a una larga disputa territorial.
Si bien la guerra de Nagorno-Karabaj había concluido después de que en septiembre de 2023 Azerbaiyán tomase control del enclave en menos de 24 horas, todavía quedaban algunos aspectos por negociar para poner fin a la disputa de forma definitiva. La relación de fuerzas que ha dejado el enfrentamiento, con Armenia claramente derrotada y Azerbaiyán en una posición de poder, se evidenciaba en la lista de exigencias de Bakú para firmar el acuerdo de paz. Azerbaiyán demandaba un cambio en la Constitución armenia para eliminar cualquier referencia a Nagorno-Karabaj, la entrega de todos los prisioneros de guerra y la creación de un corredor que uniese el enclave azerí de Najichevan con el resto del país, el llamado Corredor de Zangezur. La mediación de la anterior administración estadounidense fue clave para iniciar el acercamiento entre ambos países. De hecho, casi todo lo pactado el pasado 8 de agosto había sido negociado con Anthony Blinken, el anterior secretario de Estado de Biden, en septiembre de 2022. Así pues, ambos países han acordado el establecimiento del corredor Zangezur que pasará a denominarse “Ruta Trump para la paz y la prosperidad”, de 43 km de longitud. El presidente estadounidense agregó una cláusula que concede el derecho de explotación del corredor a una entidad privada de EE.UU. durante 100 años, al estilo del Canal de Panamá. De esta forma, Estados Unidos se convierte en garante de la estabilidad de una región donde, tradicionalmente, Rusia ha ejercido de poder dominante. De hecho, otra de las condiciones del acuerdo de paz exige la eliminación del Grupo Minsk de la OSCE, donde Francia y Rusia cumplían una función de mediación, lo que constata la pérdida de influencia de Moscú. Mientras, Turquía, que ha presionado en distintas ocasiones a Azerbaiyán a lo largo de las negociaciones para que rebajase sus demandas, sale reforzada. Por un lado, el corredor Zangezur abre una ruta directa entre Ankara y Bakú, y le permite acceder a los mercados de Asia Central. Por el otro, les permite aprovechar al máximo el posicionamiento de Azerbaiyán como proveedor gasístico de Europa. En definitiva, un acuerdo que altera la relación de fuerzas en una región estratégica clave y que pone de manifiesto la argucia diplomática del presidente Trump.